A UN AÑO DEL INCENDIO DE LA BIBLIOTECA JAGGER, CIUDAD DEL CABO

 

Durante el día domingo 18 de abril de 2021, en la zona de Tafelberg o Montaña de la Mesa, que protege a la Ciudad del Cabo de los vientos costeros, comienza un incendio forestal. El fuego es avivado por el viento (50km/h) y por la vegetación, dos motores de propagación se han alineado e impulsan las llamas sin control.

La dirección del viento y los combustibles proyectan las llamas y pavesas hacia la zona de interfaz urbano/forestal.

En pocas horas de iniciado el incendio forestal, parte de su frente de avance choca y penetra en parte del campus de la Universidad de la Ciudad del Cabo, la cual es cubierta por las cenizas y llamas.

Las pavesas comenzaban a caer y a ingresar en las diferentes construcciones, muchas de las cuales se encontraban con ventanas y puertas abiertas generando diversos focos que, junto con el frente de avance, producen la destrucción de las instalaciones.

Entre las construcciones perjudicadas se encuentra la biblioteca universitaria Jagger, la que debió ser que ser evacuada presurosamente por los equipos de respuesta a la emergencia.

La posibilidad de control por medio de los dispositivos desplegados tanto por tierra como por aire, entre los cuales se cuentan helicópteros, carros bomba y más de un centenar de bomberos, fue superada por la ola de fuego generada por la densa vegetación y por los fuertes vientos reinantes ese día, que como fue antes descrito estaban en alineación lo que generaba un avance mucho más eficiente y agresivo del fuego que en aquellos momentos no solo era forestal, si no también estructural.  

La llamas iluminaban desde el interior las ventanas de la  edificación  que fue construida en la década de 1930 y lleva el nombre de John William Jagger, importante empresario, ministro y  benefactor de las Bibliotecas de la Universidad de Ciudad del Cabo y es considerado un edificio patrimonial de incalculable valor dado que en él se albergan archivos, cintas de video y colecciones de libros antiguos que relatan la historia de África y su colonización,  miles de manuscritos, mapas, investigaciones sociológicas de la época del ‘apartheid’, tesis doctorales y pinturas indígenas de la flora y fauna del siglo XIX, más de 1500 años de historia custodiada al interior de sus muros que no fueron obstáculo alguno para el fuego.

Este incendio nos conduce nuevamente a una de las situaciones más complejas en lo que respecta a la lucha contra el fuego forestal que se produce cuando este ingresa a las zonas urbanas, comenzando a hablar entonces de incendios en la interfaz urbana/forestal.

Es en este momento donde el objetivo de los equipos debe cambiar, lo que lleva a que sus instrucciones de trabajo también lo hagan, debe existir un cambio en la forma de abordar esta nueva situación, la que nos obliga a trabajar por medio de protocolos en los que se debe incluir el triage estructural.

Por medio de una secuenciación y priorización de las zonas donde el fuego impactara en las áreas urbanas colindantes, el comandante del incidente puede determinar dónde y cómo disponer los recursos, de manera tal que sumado a los datos e información que está recibiendo pueda determinar las mejores estrategias y tácticas para hacer frente a la emergencia.

Esta planeación in situ, muchas veces puede ser realizada con antelación por medio de la existencia de planes de emergencia, los que deben ser elaborados de manera casi obligatoria cuando estamos, como en este caso, en presencia de un complejo histórico de esta envergadura e importancia socio-cultural.

El éxito en la supresión de los incendios está basado en la capacidad de adelantar nuestros movimientos a lo que está por ocurrir, como por ejemplo poder ser capaces de determinar cuáles serán las rutas que el fuego utilizara para avanzar, como este se comportara según las condiciones ambientales reinantes y pronosticadas, o poder determinar también como las estructuras que están siendo afectadas se comportan frente al fuego y cómo reaccionan estas al combatir las llamas que las afectan.

Paralelo a esto se deben realizar las labores de coordinación entre los diversos actores que contribuyen a contener y controlar la emergencia, por medio de los planes de acción o de emergencia que existan, así como los protocolos de actuación.

Con ellos no solo se busca limitar la destrucción, también se busca reducir los riesgos para quienes trabajan en la emergencia y alivianar la labor de quien está a cargo de las operaciones.

Analizando lo sucedido observamos que el fuego se inicia en la falda de la Montaña de la Mesa en Ciudad del Cabo, donde según las investigaciones preliminares el fuego se habría iniciado por una fogata descuidada.

El fuego comienza a moverse impulsado por los vientos cuesta abajo, que alcanzaron cerca de 50 Km/h, lo que según la literatura y lo que podemos apreciar en terreno, resulta ser un avance extremo.

Durante el mes de abril, que marca el comienzo de la estación seca, los datos promediados de temperatura para Ciudad del Cabo se sitúan entre 20 a 25 grados Celsius, con una humedad relativa sobre el 70%, lo que es concordante con los parámetros meteorológicos esperados para una localidad costera.

Respecto de los combustibles existentes podemos ver una gran cantidad de árboles, arbustos y suelo rico en material vegetal, lo que ayudo en gran medida a que el fuego avanzara con velocidad.

La proyección del incendio con los datos que tenemos nos muestra un avance directo hacia el campus de la universidad, siendo antecedido el frente de llama por el penacho de humo y cenizas.

El hecho de que la universidad está inserta en la masa forestal, sumado a que muchos de sus muros y fachadas están cubiertos por plantas, son factores que en este y en muchos casos ayudan a que el fuego pase a través de ellas e ingrese en las estructuras. 

De la misma forma no se presentan sistemas que reduzcan el combustible aledaño a las edificaciones, lo que permitió que el avance fuera facilitado, la fuerza del viento reinante tampoco permitía que las operaciones aéreas fueran del todo efectivas, lo que sumado a que había solo cuatro helicópteros operando, hicieron poco efectivo el combate frontal por tierra debido a que por la longitud de las llamas (más de 1,50 mts de altura) exponía a los bomberos a un accidente.

El rápido avance, constituye un factor común en estas emergencias en la interfaz urbana/forestal   recordemos, Portugal (2017), Chile (2017), Grecia (2021), entre otros.  

Rodolfo Valdivia Ortega Ingeniero en Prevención de Riesgo. Bombero del Cuerpo de bomberos de Santiago de Chile. 2ª Compañía “ Bomba Esmeralda”

El fuego impacta y sobrepasa estructuras icónicas de la cuidad, entre las cuales podemos nombrar el monumento de Rhodes y el histórico molino Moster Mill, construido hacia el año 1796, arrasando con ellas como si fueran simples trozos de papel.

La voracidad de su avance no permite más que replegar y controlar los focos post avance del fuego, una situación muy común en los incendios de interfaz, donde las maniobras podrían ser agrupadas en dos: “antes” y “después” del paso del fuego.

Dentro de las maniobras denominadas “antes” haremos una subdivisión en maniobras preventivas y maniobras del momento.

Las preventivas son todas aquellas que se realizan en tiempos de paz, como son los planes de mitigación, ejercicios de evacuación y control de emergencias, la realización de planos y mapas con identificación de puntos críticos a defender y como se realizaran las maniobras con los carros bomba, puntos de abastecimiento, estimación del agua necesaria según la carga del edificio, identificación y definición de rutas de evacuación de civiles, entre otros.

Las maniobras “del momento” son aquellas que veremos en terreno según sea el comportamiento del incendio una vez que impacta sobre las edificaciones y es  aquí donde entra el triage, por medio de la determinación de cuales estructuras son defendibles, cuales se pueden preparar para la llegada del frente, cuales no se pueden salvar, determinar la zona negra y los posibles puntos de ignición por sobre el frente de llama ocasionados por pavesas, determinar cuáles serán las rutas de escape en caso de que el frente no pueda ser detenido a tiempo.

Básicamente son las operaciones que realizamos cuando somos desplegados en una emergencia en la interfaz.

El “después” corresponderá a lo que muchas veces se ha visto en las noticias y redes sociales cuando observamos a los bomberos que trabajan sobre las edificaciones quemadas, controlando, extinguiendo y evitando más daños. Es necesario aclarar que estas acciones van realizándose tras el frente de llama cuando aún el incendio va consumiendo y avanzando, situación no menos peligrosa debido a que el estado de las estructuras es desconocido por lo que riesgos de derrumbes son muy comunes.

No debemos ver esta labor como menos importante o innecesaria ya que muchas veces por lo rápido del avance o por lo peligroso que es debido a su energía calórica no es posible un combate seguro de otro tipo.

Una constante que se da desde un tiempo atrás en los incendios en la interfaz es que estos sean incendios rápidos, que parten durante el día, y que movidos por el viento y los combustibles avanzan sin control alguno sobre las edificaciones.

Es importante destacar que estos incendios en el interfaz urbano/forestal presentan una característica común de tipo social-organizativa y que corresponde al caos que generan en la población, lo que muchas veces no permite organizar de manera efectiva los recursos necesarios que permitan controlar la emergencia en poco tiempo.

El incendio de la biblioteca Jagger, fue controlado tres días después de haberse iniciado, informes oficiales detallan que trabajaron más de 250 bomberos e informaron dos bomberos lesionados en las labores de extinción. Hasta el día de hoy se trabaja en poder recuperar parte de los tesoros de la humanidad que en ella se alojaban, pero nunca se podrá dimensionar el valor histórico de las obras y documentos que fueron consumidas por el fuego, el mismo elemento que ha llevado al ser humano a avanzar nos enseña una vez más lo frágil que es la preservación de nuestra historia.

RODOLFO VALDIVIA ORTEGA

Ingeniero en Prevención de Riesgos, Especialista en incendios forestales  y en la interfaz urbano/forestal.  Bombero de la 2ª compañía (bomba Esmeralda) del Cuerpo de bomberos de Santiago (Chile).

Colaboración de Sistemas Infobox Chile

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