Bajo el título “ Protección contra incendios en los edificios; la seguridad como prioridad” , el pasado día 14 de febrero de 2023, se celebró en la sala Clara Campoamor del Congreso de los Diputados, esta jornada convocada por el Observatorio Nuevos Riesgos de Incendios, del cuál es miembro Fundación Fuego
Durante la jornada, se celebraron dos mesas de gran relevancia: una mesa técnica de expertos de diversas entidades como Fundación Fuego, el COGITI Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España, y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos, que alertaron de que España está a la cola de Europa en la protección contra el fuego, permitiendo materiales combustibles en edificios de alto riesgo o difícil evacuación.
Otra mesa de trabajo y opinión fue política con representantes parlamentarios de Sumar, Partido Popular y Esquerra Republicana de Catalunya, donde coincidieron que deben trabajar por reforzar la normativa aplicable y mejorar la protección contra incendios en los edificios de manera urgente.
En ambas mesas de trabajo se consideró que la seguridad contra incendios debe ser una prioridad en la edificación. Los incendios en fachadas de grandes edificios se han multiplicado por 7 en 30 años y las víctimas mortales por fuego y explosiones en viviendas han experimentado una tendencia ascendente en la última década.
Tragedias de graves consecuencias en España y en otros países han obligado a impulsar un debate en torno a la necesidad de revisar los reglamentos nacionales sobre la edificación en el ámbito de la seguridad y protección pasiva y activa contra incendios, en paralelo a los avances en sostenibilidad.
En España, el trágico incendio de Campanar, en Valencia, marcó un antes y un después. En la tarde del 22 de febrero de 2024, la ciudad de Valencia se convirtió en el centro de todas las miradas. Dos bloques del barrio residencial de Campanar fueron devorados por las llamas en menos de una hora, lo que provocó la muerte de 10 personas y dejó a otras 15 heridas. Una tragedia en la que la elevada combustibilidad de parte de los materiales que conformaban la fachada se convirtió en un factor determinante para la rápida propagación del fuego.
La Unión Europea ha impuesto medidas más ambiciosas a los Estados miembros para ahorrar energía, a través de las nuevas Directivas de Eficiencia Energética y sobre Eficiencia Energética en Edificios. Las nuevas directivas instan a la rehabilitación de viviendas con el fin de alcanzar un parque inmobiliario de cero emisiones y totalmente descarbonizado en 2050. Esta actualización regulatoria está propiciando una ola de rehabilitación que conlleva frecuentemente el uso de aislamiento por exterior, lo que puede provocar un efecto colateral indeseado si se recurre a materiales combustibles. En paralelo a la necesaria mejora de la eficiencia energética, en muchos casos se empeora la seguridad. Por ello, es imprescindible que sostenibilidad y seguridad avancen de la mano a la hora de legislar. Los españoles deben vivir en edificios eficientes, pero también seguros.
En el caso de España, el parque inmobiliario está envejecido (45 años de media) y más de 9 millones de edificios requieren rehabilitación para estar adecuadamente aislados frente al frío o calor. Nuestro país se encuentra a la cola de Europa en cuanto a exigencias regulatorias en la prevención de la propagación de incendios por fachadas. Mientras Alemania, Francia, Reino Unido, Bélgica y otros países nórdicos o del Este obligan a optar por materiales no combustibles en determinados edificios – según su altura, ocupación o dificultad de evacuación y acceso para los bomberos–, en España todavía se permiten opciones combustibles. Un riesgo para quienes trabajan o viven en los edificios, y también para los equipos de intervención.
El Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana está preparando una modificación del Código Técnico de la Edificación para adaptarse a las nuevas directivas europeas. Según la consulta pública previa a la elaboración del Real Decreto que publicó el Ministerio en octubre del año pasado, no está previsto que se endurezcan las normas para priorizar el uso de materiales no combustibles y la identificación de edificios de alto riesgo.
Se solicitó a los representantes políticos, que de manera urgente, y en línea con el contexto europeo, que en esta revisión del Código Técnico de la Edificación se incremente la exigencia aplicada a los productos y sistemas que se permiten utilizar en fachada en cuanto a su reacción al fuego en propagación por el exterior. En concreto, se propone la siguiente modificación aplicable tanto a obra nueva como a rehabilitación:
• Exigir la no combustibilidad en componentes y sistemas completos en edificios con las siguientes características:
o De lenta o difícil evacuación.
o De gran altura (a partir de 18 metros).
o De alta ocupación.
o Con fachadas de difícil acceso para los equipos de intervención.
• Introducir medidas adicionales para limitar la propagación vertical y horizontal.